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Sandwiches por Facultad de Medicina

Tino Llamedo está al frente de La cigüeña desde 1969. Es del centro de Asturias, cerca de Oviedo. Su apellido viene de un pueblo que se llama Llameu. “Es un lugar donde Dios perdió el poncho”, me dice riéndose. La casa es de 1930. Era una casa familiar con billares particulares en el sótano. Después pasó por varias transformaciones: fue una casa de repuestos de coches, una rotisería y una peluquería. En 1967 nace La Cigüeña como café-bar. Sus primeros dueños eran gallegos de mucho dinero y después vinieron unos hermanos también gallegos ebanistas, pero se fundieron porque no les interesaba el negocio. Tino ya se había venido de Asturias a Buenos Aires en busca de nuevos negocios y compra el fondo de comercio en el 69’. Me cuenta que al lado del bar, sobre Azcuénaga, había una boite muy famosa llamada “El elefante blanco”, y que al lado de la boite, en el edificio de mármol blanco, vivían María Aurelia Bisutti y los Patrón Costa. Aurelia era habitué del bar en ese entonces. Tino me muestra el sótano donde funcionaban los billares -hoy depósito- y trato de imaginarme a la Recoleta de los años 50’. Aparecen hombres de traje y mucho humo de cigarrillo. Pienso en cómo se perdieron los pequeños espacios de ocio comunitario y se guardaron en un depósito aguardando ser redescubiertos. “La cigüeña” se especializa en sándwiches. Si andás por Facultad de Medicina, es un imperativo pasar a comerte un árabe.

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