<p style="margin-bottom:11px"><span style="font-size:11pt"><span style="line-height:107%"><span style="font-family:Calibri,sans-serif">El Bar “La escuela” está en la esquina de Manuela Pedraza y Vidal junto a Quique, su dueño, desde 1988. Quique trabajó desde el 88 hasta el 97 en el bar. Luego, menemismo mediante, necesitó ir a buscar trabajo afuera. En el 2012 volvió. En ese impasse el bar siguió abierto y trabajaban el padrino y la madre.</span></span></span></p> <p style="margin-bottom:11px"><span style="font-size:11pt"><span style="line-height:107%"><span style="font-family:Calibri,sans-serif">El abuelo de Quique trabajaba en el Centro Gallego y agarró la concesión al poco tiempo. En Congreso y Crámer tuvo luego un bar que se llamaba “Los leones” desde el 40 y pico hasta el 76. Después se mudó a la esquina de La Escuela y puse “El Leoncito”, en Crámer y Pedraza. La abuela cocinaba ahí. Eran de Lugo, Galicia. Luego lo vendió y se fue a “El Galeón” en Iberá y Freire. Siempre en el barrio. Enrique Fernández y Virginia Pérez se llamaban sus abuelos. Ahí trabajó hasta el 85 aproximadamente y después decidió comprar esta esquina que usó de depósito hasta que el padre de Quique le pide las máquinas para abrir un nuevo bar. Humberto, el padre de Quique, era el yerno de Enrique Fernández y era vendedor de repuestos. Los padres de Quique se conocieron en el bar “Los Leones”. La madre de Quique, Graciela, era la hija del dueño y Humberto era habitué. Así es como Humberto pasa a ayudarlo a Enrique en el bar. </span></span></span></p> <p style="margin-bottom:11px"><span style="font-size:11pt"><span style="line-height:107%"><span style="font-family:Calibri,sans-serif">En 2017 el bar empezó a empeorar. Eran 4 trabajando hace 5 años y a partir del 2017 empezaron a recortar. Se quedó trabajando solo. Hace poco contrató a una mecera para que lo ayude. Ojalá en breve puedan volver a ser 4 o más en “La escuela”.</span></span></span></p>